En este instante, el ordenador chino 'La Luz de la Divinidad Taihu' realiza 93.000 billones de operaciones por segundo. ¿Imaginan a un bróker midiéndose con él? Sería como competir con Usain Bolt calzando unos 'stilettos'. Y a las puertas llama una nueva ola de inteligencia artificial no solo más veloz, sino "más lista que el humano más listo", según el visionario Elon Musk, fundador de Tesla.
"Cuando perdamos nuestra importancia funcional en la red, descubriremos que, después de todo, no somos la cúspide de la creación", ahonda en la herida el historiador Yuval Noah Harari en 'Homo Deus'. "Nos sumiremos en el olvido, como los mamuts".
Hasta que no llegue la humillación total como especie, los economistas ponen sobre la mesa un dato del impacto de la robotización en el empleo: de aquí al 2030, 5 millones de oficios se destruirán en los 15 países más industrializados por culpa de ser tan poca cosa. ¿Hay que darle crédito o pensar que Keynes ya vaticinó el fin del trabajo en 1931? De momento, dos visiones echan un pulso: 1/ No. Los trabajadores desplazados en la cuarta revolución industrial encontrarán nueva colocación, como ocurrió en la segunda; y 2/ Sí. La tecnología nos conducirá a paso ligero a un progresivo apocalipsis social y político.
Un 47% de empleos son susceptibles de automatización, según un estudio de los ingleses Frey y Osborne
LOS EXPULSADOS
La versión apocalíptica tiene su sostén en un muy citado –y discutido– estudio firmado por Carl Benedikt Frey y Michael Osborne. La pareja de economistas de Oxford Martin analizó 70 profesiones (y sus ramales, hasta llegar a 702) y concluyó que el 47% de los empleos actuales en EEUU desaparecerán. Ese dato ha sido recogido y refrendado por el alemán Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial y autor de 'La cuarta revolución industrial' –prologado, ojo, por Ana Patricia Botín–, quien aventura que "crecerán los puestos de trabajo cognitivos y creativos de altos ingresos y las ocupaciones manuales de bajos ingresos (y altamente inestables)". Y esas "élites cognitivas –añade Tyler Cowen, de la George Mason University de Virginia– no solo controlarán el conocimiento y el capital, sino también la intermediación entre humanos y máquinas".
¿Es teleoperador, taxista, agente de seguros, bibliotecario...? La robotización llama a su puerta para comunicar el desahucio
¿Está usted en la franja del medio? ¿Es teleoperador, taxista, asesor inmobiliario, agente de seguros, radiólogo, bibliotecario…? Pues, según Schwab, lo tiene crudo. La robotización llama a sus puertas para comunicar el desahucio. Y el resto, que tampoco se confíe en lo imaginativo y sensible de su empleo: Schwab dice que un algoritmo es capaz de crear narrativas (el 'New York Times' ha demostrado la imposibilidad de distinguir entre una pieza escrita por un humano de la de un robot). "Las tecnologías disruptivas tienden a aumentar la productividad mediante la sustitución de los trabajadores, en lugar de crear nuevos productos que necesiten mano de obra", afirma Schwab. "La cuestión es cómo de rápida se hará".
A este lado del Atlántico la cosa no mejora. Daniel Raventós, titular del departamento de Teoría Sociológica de la Facultad de Economía y Empresa de la UB y fundador de la Red Renta Básica, explica que "las conclusiones para Europa hablan de la destrucción de más del 50%". "Solo algún economista de la escuela austriaca y los neoliberales en general sostienen que eso siempre ha pasado, y que los trabajos sustituidos quedarán compensados por los otros nuevos". Calcula Raventós que, si sigue la tendencia actual, "habrá un 0,0001% de la población muy rica y completamente bunkerizada, y el resto malvivirá".
CAMBIOS A EMPUJONES
Menos catastrofista se muestra José García Montalvo, profesor de Economía de la UPF y uno de los pocos que predijo la llegada de la crisis en voz alta. A su juicio, Frey y Osborne manejan "una agregación un poco burda", y sostiene que "los últimos números que se manejan hablan de una destrucción del 25%". Sí coincide con los ingleses en que los más afectados por la automatización serán los que hoy ocupan las franjas medias ("los que pagan impuestos"). En su opinión, en la economía digital, la gente con poca cualificación se podría recolocar en otros sectores, "como la atención a la infancia y a la tercera edad", pero oficios como "cajeros de banco, asesores financieros y traders" serán barridos porque "los algoritmos decidirán y lo harán muy bien".
"Será un proceso exponencial, pero irá a empujones", pronostica el economista José García Montalvo a la luz de fallos en determinados algoritmos
García Montalvo pronostica que "será un proceso exponencial, pero avanzará a empujones". ¿Y eso? "Pensamos que hay cosas que las máquinas hacen mejor y luego resulta que no tanto –señala–. Los algoritmos para el cálculo del 'mortgage backed security' [activo que acumula obligaciones de deuda ligadas a hipotecas] han salido todos mal, igual que los sofisticadísimos modelos para calcular el 'rating' [calificación crediticia] de las empresas". El economista prevé que en el futuro "el trabajo será complementario, no sustitutivo".