Cuando Marian Ilitch invirtió todos sus ahorros junto a su marido Mike para abrir una pequeña pizzería en un suburbio de Detroit (EE.UU.), en 1959, ni de lejos imaginaba que años más tarde, en2018, se convertiría en una de las mujeres más ricas del mundo –por méritos propios– según la revista Forbes.
De padres macedonios, esta estadounidense de 89 años, amasa una fortuna de más de 5.000 millones de euros gracias a Little Caesars, la tercera cadena de pizzerías más grande de EE.UU.
Little Caesars tiene 50 tiendas repartidas a lo largo y ancho de todo el país, y cuenta con otras: Asia, Medio Oriente, Australia, Canadá, América Latina y el Caribe.
¿Cómo consiguió Ilitch cumplir el sueño americano? ¿Qué hace a sus pizzas tan especiales para amasar semejante fortuna?
Illitch incursionó en el negocio de la comida cuando era apenas una niña, ayudando en el restaurante de su padre. Sus primeras tareas eran rellenar los servilleteros, ocuparse de que nunca faltara sal, salsa u otras especias. Pero después de graduarse en humanidades y pasar por algunos trabajos como empleada de reservas de Delta Airlines, Ilitch decidió abrir su propio negocio.
No le fue fácil convencer a su marido, Mike Ilitch (fallecido el pasado año), de que el nombre que proponía para su primera pizzería no era acertado. Él quería llamar al local “Pizza Treat”, mientras que ella prefería el nombre de “pequeño César” (Little Caesars, en inglés). La tienda abrió como “Little Caesar’s Pizza Treat”, pero fue años más tarde cuando saltó a la fama gracias al eslogan publicitario “Pizza! Pizza!” que se introdujo en 1979.
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